Los párrafos siguientes se dedican a reconocer los merecimientos de algunos de mis antiguos profesores y amigos y de las instituciones que me han brindado la oportunidad de ir desarrollando, no sólo mi espíritu, sino también este texto. En una caricatura del genial Quino, aparecen las cabezas de numerosas personas que sobresalen de otras, en un recinto nublado en donde el aire puro sólo lo respiran quienes logran por lo menos Aclaraciones y Reconocimientos iii sacar la nariz sobresaliendo de la nube gaseosa que cubre prácticamente todos los cuerpos. Uno de las cabezas le pregunta a otra por qué sobresale tanto y aquella le contesta: “eso depende de sobre quien estés parado”. Desgraciadamente, muchos se paran sobre otros para sobresalir, mas tomaré la caricatura en un sentido que estoy seguro no es precisamente el que quiso transmitir Quino con su estética mordacidad. Si siento que me haya superado en algo, con los años, debo reconocer que lo bueno se lo debo a quienes colaboraron, cada uno a su manera, en mi educación. Lo que he aprendido para formarme como instructor y poder paladear la belleza de las matemáticas se lo debo a muchos profesores. Me prometí a mí mismo desde hace muchos años a citarlos como ejemplo de calidad y dedicación, en esta oportunidad. En orden cronológico cito al ya fallecido profesor Ricardo Villegas en Cali, Colombia, quien hacia 1962 me enseñó por un año matemáticas y física en el penúltimo año de bachillerato en el colegio Villegas en Cali, Colombia. A partir de ese momento nació mi apego a la belleza del lenguaje de las matemáticas. Siguiendo en dicho orden, siempre agradeceré la dedicación del Ingeniero Químico Guillermo Obando, quien hacia el año 1963 me enseñó los rudimentos de cálculo diferencial e integral en mi último año de bachillerato en el colegio oficial Gimnasio del Pacífico, en Tulúa, Valle, población cercana a Cali, en Colombia. Del profesor Obando recibí conocimientos e imagen de responsabilidad, y la mas alta calificación del grupo, además del libro de Cálculo de Granville, obsequio que aprecié en su especial significado, entregado en acto público en la misma ceremonia en que recibí mi título de bachiller. A veces las aparentemente pequeñas acciones tienen gran significado. Cuando ingresé a la Universidad del Cauca, en Popayán, a la carrera de Ingeniería Civil y cuando me trasladé a Bogota, al ser aceptado en la carrera de matemáticas en la Universidad Nacional de Colombia, cargaba todavía el para mí, preciado libro. Posteriormente, en la Universidad Nacional de Colombia, el matemático Rafael Suarez me indujo a continuar mis estudios de matemáticas, los cuales había abandonado para continuar la carrera de Ingeniería Civil. Como decían mis antiguos condiscípulos del primer año de matemáticas, en plan de mofa, al verme tomando mediciones en los terrenos de la universidad, había cambiado “la topología” por “la topografía”. Sin embargo este “paseo” por la facultad de Ingeniería influyó en el modo como quería aplicar mis conocimientos matemáticos, sin dejar de respetar, apreciar y saborear el “purismo”. Mención especial merece el profesor Jairo Alvarez, quien dirigió el plan de matemáticas en el tiempo en que fui estudiante de pregrado en la Universidad del Valle, en Cali. Tanto su actitud hacia el desarrollo de los estudiantes, como la calidad de los cursos, en los cuales fue mi profesor estrella, merecen la más alta calificación. Posteriormente el profesor Alvarez, como directivo de la Universidad del Valle siempre mereció mi aprecio, y por ello procuro saber de sus ejecutorias continuamente. iv Aclaraciones y Reconocimientos En el postgrado en la universidad de Texas en Austin fui directamente influenciado por Robert Todd Gregory, ya fallecido, quien me acerco a los problemas del análisis numérico del “Problema del valor propio algebraico” como lo denominó Wilkinson y por James W. Daniel actual director del magíster en Ciencias Actuariales de dicha universidad., quien no sólo fue codirector de mi tesis de grado sobre “Localization theorems for eigenvalues”, bajo la dirección de R. T. Gregory. El profesor Daniel siempre me brindó un cálido trato durante mi período como estudiante graduado en la universidad de Texas. Aún recuerdo su obsequio del libro “Non Linear Programming” de Mangasarian, el cual es, por supuesto, ya un clásico del tema. Con la pretensión de reconocer virtudes no fáciles de encontrar en todos los seres humanos, agradezco la reciente respuesta, del ya citado profesor Jame W. Daniel y de G.W. Stewart de la Universidad de Maryland en College Park, a la pregunta que les sometí sobre los textos de álgebra lineal aplicada de uso actual en los pregrados en los Estados Unidos que, como es lógico, aparecen incluidos en la bibliografía de este texto. Al profesor Gilbert Strang del Instituto Tecnológico de Massachusetts le agradezco el obsequio que me hizo, con su rubrica personal de su libro “Introduction to Linear Álgebra” recientemente editado, el cual se cita en la bibliografía y que espero sea próximamente traducido al español. Manifiesto mi reconocimiento a las siguientes instituciones con las cuales me he relacionado de alguna manera: i) La universidad Nacional de Colombia en Bogotá, en donde cursé mi primer año de matemáticas ii) La universidad del Valle en Cali, Colombia, en la cual continué mi formación como matemático a nivel de pregrado y en donde me gradué en 1970 y fui profesor y director del plan de estudios de matemáticas hasta mi retiro de la misma en 1977. iii) La Universidad de los Andes, en Mérida, Venezuela, la cual me invitó a vincularme como profesor brindándome la oportunidad de asentarme en Venezuela, donde ha transcurrido la mayor parte de mi vida. Por circunstancias personales no pude aceptar su ofrecimiento, ya que me radiqué en Maracaibo. iv) La Universidad del Zulia, en Maracaibo, Venezuela, de la cual fui profesor por algunos años en el departamento de matemáticas de la facultad de Ciencias. v) La Universidad Rafael Urdaneta me brindó la oportunidad de dictar cursos de Álgebra Lineal hasta mi traslado hacia 1983 hacia la ciudad de Caracas, en donde me dediqué durante muchos años a actividades privadas, alejadas de la docencia. vi) La Universidad Central del Valle, en Tulúa, Colombia, de la cual fui profesor de matemáticas y estadística en el segundo semestre del año 2000. vii) La Universidad Fermín Toro en Barquisimeto, Venezuela, la cual me invitó a dictar recientemente un curso de álgebra matricial aplicada a algunos de sus profesores de matemáticas y ha estado colaborando con mis proyectos actuales y en la cual he dictado algunos cursos.