El hombre a lo largo de su historia ha encaminado sus esfuerzos en emprender proyectos, en dar rienda suelta a su creatividad e ingenio para crear cosas que los demás necesiten, como dispositivos, maquinaria, alimentos, vehículos (entre muchas opciones más), o simplemente ofrecer un servicio que no sea tangible y que sea requerido por alguien en algún momento, basado en el nivel de necesidad e importancia del mismo. Con esto se da inicio a una empresa.
Al momento que te comprometes con la ardua misión de ofrecer un bien o servicio a tavés de tu empresa o negocio, debes tener en cuenta que no solo basta con producirlo u ofrecerlo, sino también cómo lo vas a ofrecer para que la necesidad de adquirir tu producto o servicio continúe, y así poder garantizar que tu proyecto continúe dando frutos como lo habías planeado e incluso soñado. Es aquí cuando el tema del servicio al cliente cobra un protagonismo trascendental en el escenario de la oferta y la demanda.
Ahora, ¿por qué es tan importante un buen servicio al cliente para un negocio o empresa? Porque es la manera como convences a las personas que lo que ofreces es de tal calidad, que fue creado exclusivamente para esa persona y que es lo más importante para el negocio. Tú puedes producir las comidas más exquisitas, los autos más veloces, los teléfonos más avanzados, ofrecer tu gigantesco conocimiento sobre algún tema que se requiera, pero si tu conexión con el cliente no es la apropiada, tu negocio, tu sueño, tu proyecto se vendrá abajo. Por eso es tan importante que cuides a tus clientes, ya que ellos son los que materializan el éxito de tu compañía. Si una persona entra a tu almacén y no lo saludas de manera amable, cordial, como si en verdad esta persona no fuera bienvenida, has perdido el 90% de probabilidad de concretar una venta. Las personas se fijan mucho en las actitudes de la persona que está ofreciendo el producto o servicio y por eso solamente puede fracasar o crecer tu negocio.
Estos consejos sencillos te ayudarán en tu camino a la conquista clientes y el crecimiento de tu empresa:
1. Sé amable SIEMPRE, sin importar si estás cansado, triste, deprimido, aburrido, preocupado o si no te simpatiza la persona. Si no puedes hacerlo, es mejor que cierres tu negocio.
2. Sé honesto y ofrece las mejores opciones al cliente. Con esto la persona sabrá que puede confiar en ti y se sentirá realmente apreciado. Nunca es bueno aprovecharse.
3. Sé meticuloso con la calidad de tu producto y de los procesos que permiten realizarlo. Recuerda que todo entra por los ojos, porque si sirves tu mejor comida en un plato sucio o inadecuado, ya no le sabrá tan bien a un cliente como esperas.
4. Escucha a tu cliente primero. No desaproveches la oportunidad de averiguar con exactitud lo que esta persona necesita.
5. Inicia cada día como si fuera el primer día. Un buen servicio al cliente es difícil de mantener y puede agotarte, tanto física como mentalmente, porque te toparás con muchas personas difíciles. Es por eso que no es bueno guardar rencores o resentimientos de días anteriores.
Puedes estar seguro que con estos simples consejos, todo lo que emprendas y ofrezcas te dará los mejores resultados. Te lo garantizo.