Trabajo y salud mental: una mirada clínica y preventiva
En el mundo laboral actual, hablar de salud mental ya no es opcional: es urgente. Como psicóloga con enfoque clínico y especializada en Seguridad y Salud en el Trabajo (SST), he tenido la oportunidad de acompañar a trabajadores en consulta externa y urgencias, especialmente desde el sistema de riesgos laborales (ARL), donde la salud emocion...
Trabajo y salud mental: una mirada clínica y preventiva
En el mundo laboral actual, hablar de salud mental ya no es opcional: es urgente. Como psicóloga con enfoque clínico y especializada en Seguridad y Salud en el Trabajo (SST), he tenido la oportunidad de acompañar a trabajadores en consulta externa y urgencias, especialmente desde el sistema de riesgos laborales (ARL), donde la salud emocional muchas veces se ve comprometida por exigencias constantes, ambientes poco saludables o crisis personales que se agudizan en el entorno laboral.
Desde mi experiencia, la evaluación psicológica, la impresión diagnóstica y la intervención en crisis no solo permiten atender el malestar inmediato, sino también abrir espacios terapéuticos efectivos y humanizados. En estos procesos, aplico enfoques como la Terapia Cognitivo Conductual (TCC) y la Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT), que brindan herramientas concretas para afrontar el estrés, la ansiedad y el desgaste emocional. Estas metodologías permiten que el paciente no solo comprenda lo que le ocurre, sino que también se empodere para transformar sus patrones de pensamiento y conducta.
Es importante reconocer que no todo lo que afecta la salud mental en el trabajo se origina allí. En muchos casos, el entorno laboral actúa como un espejo que refleja condiciones psicológicas de base como trastornos del estado de ánimo, ansiedad, duelos no resueltos o experiencias traumáticas, que salen a la luz en medio de la presión diaria. Identificar y abordar estas situaciones es clave no solo para el bienestar personal, sino también para mejorar el desempeño laboral, prevenir futuras crisis y evitar que el sufrimiento emocional se cronifique.
Además, el análisis y la prevención de riesgos psicosociales es fundamental para construir entornos laborales más saludables. No se trata únicamente de evitar el ausentismo o mejorar el rendimiento: se trata de cuidar a las personas, de reconocer que detrás de cada cargo hay una familia, una historia, un dolor, una emoción y una necesidad de ser escuchado. La salud mental debe ser vista como un componente esencial de la cultura organizacional, y no como un tema secundario o reactivo.
Promover la salud mental en el trabajo es apostar por el bienestar integral. Es entender que el ser humano no se fragmenta al cruzar la puerta de la oficina. Y como profesionales, tenemos el compromiso de intervenir con ciencia, pero también con humanidad. Porque cada intervención es una oportunidad para restaurar, acompañar y fortalecer a quienes sostienen el tejido laboral de nuestra sociedad. “Toda demanda es una demanda de amor” Jacques Lacan.
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