A partir de las necesidades, características, capacidades, y realidad de la persona o grupo, se toman elementos de la filosofía de vida yóguica para guiar la alineación del cuerpo, mente y emociones, a través de posturas o asanas que nos ayudan con el fluir de la energía vital. A medida que se avanza en la práctica y se gana flexibilidad, se mejoran la consciencia del presente, la propiocepción y...
A partir de las necesidades, características, capacidades, y realidad de la persona o grupo, se toman elementos de la filosofía de vida yóguica para guiar la alineación del cuerpo, mente y emociones, a través de posturas o asanas que nos ayudan con el fluir de la energía vital. A medida que se avanza en la práctica y se gana flexibilidad, se mejoran la consciencia del presente, la propiocepción y el esquema corporal además de la eliminación de bloqueos energéticos.
Las prácticas pueden ser individuales o grupales, virtuales o presenciales y están dirigidas para personas con niveles de principiantes, intermedios o avanzados. Las posturas se desarrollan con base en la técnica del yoga terapéutico, Viniyoga, y Panayanas.
Yoga terapéutico es una práctica profunda a través de la respiración, el movimiento, la alineación y la relajación. Nos ayudan a soltar y disolver, ajustar y sanar, abrir, conectar y expandir el Ser. Es una experiencia que conecta con todos los sistemas y nos permite entrar en una conciencia corporal profunda.
Respiración y panayana: En la Exhalación esta el medio para la quietud del alma y desamarrar los nudos. La respiración es como la piedra angular de la práctica yóguica, abre todas las compuertas y despeja caminos.
Vini yoga: En la práctica consiste en respectar a la persona, edad, sexo, salud, contextura, hábitos de vida, recursos personales debilidades y creencias. Son cuatro los puntos que caracterizan la principal diferencia entre el enfoque de Vini yoga y muchas otras variantes del Yoga
1. Repetición y estancia
2. Función sobre la forma
3. Respiración y adaptación
4. Arte y ciencia de Secuenciación
La metodología de las prácticas consiste en guiar a través de técnicas la respiración diafragmática (respiración lenta, uniforme y profunda) continúa con posturas o asanas y finaliza con una meditación o relajación de cierre para activar los puntos energéticos.
Las posturas yóguicas reducen el dolor, equilibran el ritmo cardíaco, reduce la tensión muscular, disminuye el estrés y la ansiedad y mejora la conciencia del patrón y ritmo de la respiración. La constancia tiene beneficios en la flexibilidad y postura corporal. Por su parte, la meditación es un proceso sencillo, es el arte de romper malos hábitos, purificar la mente para poder escuchar a tu voz interna y cuidar las cosas de cada día.
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