Sufrimos más por nuestra mente que por la misma realidad. Una mente aburrida, triste o vacía, no necesita distracción, necesita dirrección.
No estás solo en esto, acércate y no tengas miedo, que estoy para acompañarte en tu proceso de desarrollo.
Sufrimos más por nuestra mente que por la misma realidad. Una mente aburrida, triste o vacía, no necesita distracción, necesita dirrección.
No estás solo en esto, acércate y no tengas miedo, que estoy para acompañarte en tu proceso de desarrollo.