Katherine Ortiz Lancheros

El aprendizaje de inglés no debería ser una tortura para nadie. Sin embargo, cuando se emplean métodos y estrategias inadecuadas, el proceso puede convertirse en una experiencia frustrante y poco motivadora. Por esta razón, mi enfoque de enseñanza va más allá de simplemente transmitir contenidos. Me esfuerzo por conocer la personalidad, intereses y estilo de aprendizaje de cada estudiante, para que el material utilizado no solo sea relevante y atractivo, sino que también sirva como una herramienta efectiva para desarrollar y mejorar sus habilidades lingüísticas.

Creo firmemente que el aprendizaje se potencia cuando el estudiante se siente cómodo, interesado y motivado. Evitar el estrés y la frustración no es un detalle menor: es una condición esencial para que la memoria y la comprensión funcionen de manera óptima. Por eso, en mis clases integro actividades dinámicas, recursos creativos y ejercicios prácticos que conectan con la realidad y las necesidades específicas de cada persona.

En cuanto a mi experiencia, he tenido la oportunidad de trabajar con niños, jóvenes y adultos de diferentes niveles, lo que me ha permitido adquirir una amplia capacidad de adaptación. Esta versatilidad me ayuda a ajustar el ritmo, el tipo de actividades y el enfoque comunicativo según las características y objetivos del grupo o del estudiante individual.

Mi meta no es solo que los alumnos aprendan inglés, sino que disfruten el proceso, ganen confianza al comunicarse y vean el idioma como una herramienta útil y enriquecedora para su vida personal, académica y profesional.