A lo largo de mi vida siempre he escuchado la frase "las matemáticas son difíciles", sobretodo cuando las personas pasan de sumar y restar a realizar ecuaciones algebraicas o algunas operaciones mas complejas.
Realmente la frase nace porque los padres de los alumnos las esbozan al no poder brindarles a sus hijos el apoyo académico y pedagógico adecuado para que puedar asimilar de manera adecuada (la verdad, no es tarea de ellos).
Dicho esto, el hijo la graba en su conciente y en su subconsiente, y la repite como escudo cuando no logra desarrollar las habilidades con las que nacemos para aprender y entender. Allí encontramos la primera barrera.
Del docente depende que los alumnos puedan asimilar el 80% de lo explicado e igualmente el 100% de la motivación que se pueda generar en ellos.
Generar metologías mezcladas con ejemplos vivenciales, nada nos motiva mas si sabemos para que nos va a servir lo que aprendemos, sobre todo si lo entendemos.
Durante el desarrollo de mis clases siempre trato de involucrar a mis alumnos y generar inquietudes en ellos, colocarles retos, desafiarlos, hacerlos pensar. Allí esta la magia!
Por supuesto que no es un trabajo fácil, es un camino duro, con adversidades, obstáculos, donde el docente tiene que dar mas del 100% de sí mismo, aun si su condición anímica no es la mejor, ese es el compromiso del docente, convertirse en MAESTRO.