"El conocimiento de los lenguajes es la puerta hacia la sabiduría" Roger Bacon

¿Cuántos años pasamos estudiando inglés en la escuela? ¿Terminamos entendiendo inglés a un nivel competente? ¿Cuántos de nosotros lo puede comprender y hablar realmente? ¿Nos atrevemos a hablar en público?

Cada vez que pienso en el idioma inglés y a alguien hablándolo incorrectamente, me viene a la mente cierto político (o un amplio número de ellos) que al intentar pronunciar inglés se encuentró con dificultades y fue la burla de todo un país durante mucho tiempo. ¿De dónde vienen estas dificultades y temores al hablar inglés? ¿Tienen que ver con algún miedo personal o colectivo hacia el idioma? ¿Es demasiado imponente el hablante de inglés?

Más allá de nuestra resistencia inconsciente o consciente hacia el hablar inglés, puedo encontrar que la principal dificultad es la pronunciación y es lo que más nos incomoda al hablar el idioma. A diferencia de muchos otros hablantes del idioma con fuertes acentos de su idioma materno, a muchos de nosotros nos es imperativo el hablarlo pronunciando casi a la perfección para evitar ser objeto de burlas o exhibición y es aquí donde se manifiestan nuestros más profundos miedos hacia el idioma. Terminamos usualmente desanimándonos a hablar correctamente y cursamos la materia por obligación. El extenso énfasis en la gramática y la escritura correcta nos vuelve el trabajo aún más tedioso, en lugar de cotidiano y ligero.

Al tener en cuenta estos aspectos, se nos vuelve un poco más claro qué es lo que pasa en nosotros, pero es importante vencer esos temores y darnos cuenta de que es más importante aprender, aún desde cero, que no hacerlo en absoluto, dejar de ser nuestro propio capataz, dejar de lado esas voces que nos dicen "lo haces mal", y enfocarnos en lo que lograremos al mantener nuestra atención en las posibilidades. Recuerda que la mayoría de los hablantes no nativos de un idioma, tendrán un fuerte acento, que sólo con el paso del tiempo y el contacto con otros hablantes, borra de alguna manera, pero en lugar de intentar borrar ese acento, deberíamos de mostrarlo con orgullo pues es un aspecto de nosotros mismos, de la cual nunca debemos avergonzarnos. Nuestro origen.

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